…porque lo nuestro es pasar…

Blog sin objetivo alguno destinado a ser leído en ratos muertos por nómadas y exiliados de vocación que no saben "quoi faire dans la vie".

martes, 15 de febrero de 2011

EL BOLSON: EL VIAJE INTERMINABLE Y LA ORGÍA GASTRONÓMICA



Como le había cogido el gustillo a eso de los viajes-odisea en bus, decidí hacer Ushuaia-El Bolsón de un tirón: 40 horas, minutos más minutos menos. Y para empezar bien un perro ushuaiero se me meó en la mochila mientras esperaba el bus bajo el frío en la No Terminal de Ushuaia a las 5h de la mañana.

Ya subida al omnibús tuve que calmar a unas israelíes estresadísimas por la prohibición de entrar frutas y verduras en Chile ( donde en realidad no se pone el pie porque ni bajas del bus, pero el control fronterizo es el mismo). Me pedían que le preguntara al conductor si había algún problema si en los sandwichs había aguacate. Les intenté explicar que el control es relativo y que siempre tenían la opción de dejar la comida en el equipaje que iba en la bodega. Visiblemente nerviosas me respondieron que llevaban 4 sandwiches, que el viaje era muy largo y necesitaban comer.

La ansiedad de las hebreas era de lo más chistoso, aunque también es verdad que un canadiense me explicó que lo retuvieron en el aeropuerto de Santiago por "tráfico de cacahuetes" (que le había puesto su madre en el equipaje preocupada por que no pasara hambre). No le dejaron ir hasta que explicó que trabajaba en la edición de dibujos animados y, por suerte, uno de los dibujos en los que trabajaba resultaron ser los que la sobrina de la policía que hablaba un poco de inglés veía.

Luego de 40 horas de viaje y de impregnarme del olor humano e inhumano del bus, sin mayores incidentes llegué al Bolsón, supuestamente un reducto hippy, pero por fortuna resultó ser un lugar bucólico de lo más normal y relajado.

Siguiendo la dinámica de mi viaje, nada más llegar al hostel La Casa del Viajero (otro lugar a recomendar gestionado por hippies moderados de la vieja escuela), un grupo de huéspedes me ofreció un suculento plato. Los días en el Bolsón resultaron ser una orgía gastronómica: cada día alguno de los hospedados cocinaba para los 15 o 20 que estábamos allá: arroz al curry, pizzas caseras (unas sin queso especiales para mí), crêpes...

Y ahí van las fotos del lugar (el hostel, la Cabeza del Indio y el Bosque Tallado), que no son mías y por las que no he pagado derechos de autor. La puta batería de la cámara se me acabó mientras fotografiaba animalitos en Ushuaia y me había olvidado el cargador en Córdoba.


















5 comentarios:

  1. 40 horas en bus :| Me marean estas distancias. ¿Por qué no nos pones un día de estos un mapa de Argentina con trazo explicativo de tu ruta, de esos que nos gustan, para tener una visión de conjunto?

    Sisterly,

    ResponderEliminar
  2. Por cierto, no me había dado cuenta de la feliz coindicencia entre el nombre del lugar y ese bosque tallado... ¿Es eso, pura coincidencia, o es en realidad Argentina la auténtica Tierra Media?

    Sisterly estupefacted :|

    ResponderEliminar
  3. Estoy de acuerdo con el punto 1 de sisterly.
    BTW, quería comentarte que: "Quien a mal árbol se arrima, viene un perro y se le orina".

    Y lo digo sin acritud.

    Friendly.

    ResponderEliminar
  4. Mmmmm, no entiendo muy bien lo de "la coindicencia entre el nombre del lugar y ese bosque tallado"

    Y lo del trazo explicativo de ruta, ya publiqué un bonito mapa con flechitas antes de irme para el sur

    ResponderEliminar
  5. Coño, Frodo y Bilbo Bolsón, de Bolsón Cerrado; la Tierra Media, Fangorn (el Bosque de los Ents)... cómo se nota que no eres fan.

    ResponderEliminar