Después de casi 24 horas de bus, 3 películas malas y una animal presuntamente atropellado llegué a Bariloche, ya sólo me quedan 2.200 km para llegar a Ushuaia.
¿La recompensa? Un paisaje espectacular (aunque no conseguí avistar a ningún Homo Pampeus en la carretera) y un guiso que un grupo de argentinos me ofrecieron nada más pasar la puerta del hostel Alaska.
Instalada ya en el hostel me hago una pregunta trascendental: ¿Por qué después de 3 bocadillos, una merienda, un desayuno, una cena de bus argentino y un guiso aún tengo hambre?
Que recuerdos!!!
ResponderEliminarYo quiero volver!!!
XX
p.s. Vanessita, quieres la direccion del pariente de Silvio , jeje??
Quiero ver fotos de animalitos...jo!
ResponderEliminarMereeee, aun no llegue a zona de pinguinos y los guanacos cruzan la carretera muy rapido (de hecho a uno le podia haber hecho la foto pero estaba decapitado, no creo que te hubiera gustado jeje)}
ResponderEliminarLa bloggera
Que suerte tienes! Quiero volver!!!
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