Como previa de la murga siempre accidentada de los miércoles por la noche, el Gordo Martín, el profe-gurú de percusión, nos habla de Orishas, nos hace musicar nuestras emociones (creo que me metí en un taller de percuterapia por error), intenta liberarnos de los españoles a través de la música y defiende el cariño gratuito para mejorar el mundo (y todo eso sin tomar más droga que el mate).
Llegada la noche se enciende la hoguera en una calle oscura del Barrio Güemes y empieza la murga que recorre el barrio siempre con ambiente festivo y siempre alterado por algún incidente:
1a semana: un vecino mal follado sale de su casa con la polla al aire y mea en la calle en señal (suponemos) de protesta.
2a semana: un kioskero (el mismo que vende alcohol a los percusionistas) intenta atropellar al grupo y algún descontrolado que sigue a la murga le rompe el cristal del coche. Luego vuelve con 6 maderos con recortadas a intentar identificar al descontrolado que le ha roto el cristal pero no consigue encontrarlo porque ve a todos los "hippies" iguales.
3a semana: un "motochorro" le roba el bolso a una chica en la puerta de su casa y los percusionistas sueltan palos y tambores y corren detrás del tipo pero sólo consiguen agarrarle la capucha.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un tipo que intenta cargarse su propia fuente de ingresos... ¿Acaso no eso una metáfora de la economía Argentina? Qué grande ese país, les encanta el verso.
ResponderEliminarVanessa eres una puta hippie
Firma el comentariooooooooooo!
ResponderEliminarJoer, Vanessita, cuéntanos más!
ResponderEliminar