La primera parada fue en la ciudad de San Miguel de Tucumán. En principio iba a ser una parada técnica, pero como no paraba de llover en la provincia y estaba gorroneando casa, me quedé unos cuantos días parasitando y escuchando reggae en casa de un tucumano muy buena onda que no me entendía cuando hablaba con mi acento gallego y al que yo no entendía con su acento tucumano.
Mi casita tucumana
Y para los amantes de la naturaleza, fotitos de varios animalitos que vi en Tucumán, incluyendo los "cachorritos-rata" de una de las perras (en el sentido literal) de mi anfitrión y una foto de una flor invasora llamada "la española" (no sé si por el color o por lo de invasora). Casi todas las fotos son de una reserva a la que se accedía por cojones con guía, lo que supuso que por desgracia tuviera que ver a los animalitos junto a una horda familiar de argentinos que hacían todo lo que no se debía hacer (chillar, comer, dar comida, acercarse a los animales, etc.)
¿He visto un armadillo, no? Qué monada :)
ResponderEliminarSisterly,