Justo un año después de que Irene consiguiera que la Shegua rompiera a llorar a lágrima viva, al lanzar la frase "Pues... esto es lo que te queda de París" señalando a los amigos que dejaba en la capital gabacha, alguien consiguió abrir de nuevo el grifo de la cordobesa.
Fue el viernes por la noche cuando un trompetista (conocido por diversas habilidades además de tocar la trompeta) tocó un tango con su instrumento y la Shegua tuvo que salir del bar para sonarse los mocos con discreción.
En fin, una noche llena de incidentes en la que descubrí que la llave de mi casa abre la casa familiar de veraneo de los Bosio, en la que la Shegua volvió a fumar sin la asesoría de su coach y se comió todo mi salami, en la que los hombres se mostraron indecisos y se hicieron de rogar y en la que el trompetista se empeñó en pagarme un trabajito audiovisual en especies ofreciéndome a sus músicos.
Para los nostálgicos, tangueros y para la Shegua (con la que por cierto tengo que tomarme un Fernet para cumplir un trato), os dejo uno de los momentos álgidos de la despedida de la Shegua en París.